馃檶 Abrazando tu reflejo 馃檶
¿Cu谩ndo fue la 煤ltima vez que realmente te miraste en el espejo, no solo de reojo, sino vi茅ndote de verdad? A menudo evitamos hacerlo porque el reflejo que vemos no siempre coincide con la imagen que hemos formado en nuestras mentes. Pero la autoaceptaci贸n, tanto espiritual como f铆sicamente, comienza al sentirte c贸modo con la imagen que ves en el espejo. Se trata de celebrar qui茅n eres, creado a imagen y semejanza de Dios. El camino hacia la autoaceptaci贸n es uno de sanaci贸n, y abre la puerta para superar heridas profundas como el rechazo, la baja autoestima y la inseguridad.
La Tor谩 nos dice en G茅nesis 1:27, "Y cre贸 Dios al ser humano a su imagen; a imagen de Dios lo cre贸; hombre y mujer los cre贸." Esta poderosa verdad es fundamental para entender nuestro valor. Eres un reflejo de lo divino, formado por el mismo Dios, llevando su semejanza tanto en cuerpo como en esp铆ritu. Cuando criticamos o rechazamos partes de nosotros mismos, en cierto modo, estamos rechazando la obra maestra del Creador.
En el Nuevo Testamento, Efesios 2:10 reafirma esto: "Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jes煤s para hacer buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano para que las pongamos en pr谩ctica." No eres solo una casualidad. Eres la obra maestra de Dios, dise帽ado con un prop贸sito. ¿C贸mo podemos cumplir ese prop贸sito si no aceptamos primero a la persona que 脡l nos dise帽贸 para ser?
Uno de los pasos m谩s poderosos hacia la sanaci贸n es abrazar todo lo que eres. Cuando te miras en el espejo y aceptas de verdad el reflejo que ves, comienzas a sanar de heridas como el rechazo, la baja autoestima y la inseguridad. Estas heridas a menudo est谩n arraigadas en sentimientos de no ser suficiente, de no ser amado o aceptado, ya sea por los dem谩s o por nosotros mismos. Pero cuando nos vemos a nosotros mismos como Dios nos ve, dignos de amor y aceptaci贸n, podemos comenzar a llenar esas heridas con Su verdad.
En Marcos 12:31, Jes煤s nos ense帽a: "Ama a tu pr贸jimo como a ti mismo." Observa la segunda parte de este mandamiento: **como a ti mismo**. ¿C贸mo podemos amar plenamente a los dem谩s si primero no nos amamos a nosotros mismos? Si no te amas a ti mismo, env铆as el mensaje equivocado al mundo. Comunicas que no eres digno de amor y respeto, y ese mensaje a menudo se refleja de vuelta en tus relaciones e interacciones. Sin embargo, cuando te amas y te aceptas a ti mismo, irradias confianza, paz y dignidad, atrayendo esas mismas cualidades en los dem谩s.
La autoaceptaci贸n no se trata de vanidad o de una admiraci贸n superficial. Se trata de honrar la creaci贸n f铆sica y espiritual que eres. En el Salmo 139:14, el salmista declara: "Te alabo porque soy una creaci贸n admirable; ¡tus obras son maravillosas, y esto lo s茅 muy bien!" Negar esta verdad es negar la belleza de la obra de Dios en tu vida.
Convertirse en alguien c贸modo con su reflejo significa que est谩s reconociendo las cualidades 煤nicas que Dios ha puesto dentro de ti. Significa celebrar tus fortalezas, perdonar tus debilidades y comprender que cada parte de ti, tanto f铆sica como espiritualmente, es parte del gran dise帽o que Dios pretendi贸. La autoaceptaci贸n no es solo un paso hacia la sanaci贸n; es una parte vital para vivir una vida con prop贸sito, alineada con la voluntad de Dios.
En 煤ltima instancia, la autoaceptaci贸n est谩 arraigada en entender el amor de Dios por ti. Para 脡l, eres importante. No solo eres visto, sino tambi茅n apreciado, tanto por dentro como por fuera. Si el Creador del universo te ve como digno de amor, respeto y honor, ¿qui茅n eres t煤 para estar en desacuerdo?
La pr贸xima vez que te mires en el espejo, recu茅rdate que est谩s viendo a alguien creado a imagen de Dios. Deja que esa verdad penetre en tu coraz贸n y comience a transformar la forma en que te ves a ti mismo. Cuando abrazas todo lo que eres, incluidas las imperfecciones, te abres a una conexi贸n m谩s profunda con Dios, contigo mismo y con el mundo que te rodea.
Tu camino hacia el amor propio y la aceptaci贸n no solo es para tu beneficio, sino tambi茅n para aquellos que te encuentran. Cuando te conduces con el conocimiento de tu valor divino, das permiso a otros para hacer lo mismo. Eres un reflejo del amor de Dios, y amarte a ti mismo es parte de vivir ese reflejo en el mundo.
Comienza hoy abrazando el reflejo en el espejo: f铆sica, espiritual y emocionalmente. Al hacerlo, honras al Creador y comienzas a sanar las heridas que te han retenido durante demasiado tiempo.
Si desea ayuda para aprender a abrazar su reflejo, escribame @:
viajandoconproposito1@gmail.com
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