Viéndote a Través de los Ojos de Dios
El Valor de Abrazar Tu Reflejo: Viéndote a Través de los Ojos de Dios
¿Cuántas veces nos miramos en el espejo y luchamos por aceptar la imagen que vemos? Ya sea por errores del pasado, estándares de la sociedad o las voces de los demás, a veces nos resulta difícil aceptarnos plenamente. Pero, ¿qué pasaría si eligiéramos vernos como Dios nos ve—aceptados, amados y completos?
Desde la Torá hasta el Nuevo Testamento, la Palabra de Dios nos asegura que somos profundamente valorados. En Génesis 1:27, se nos dice que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Esto significa que nuestro valor no está determinado por la validación externa, sino por la huella divina dentro de nosotros.
El Nuevo Testamento refuerza esta verdad en Efesios 1:4-5, afirmando que fuimos escogidos antes de la fundación del mundo y predestinados para ser adoptados como hijos de Dios. Romanos 8:38-39 nos asegura que nada puede separarnos del amor de Dios—ni nuestro pasado, ni nuestras imperfecciones, ni nuestras propias dudas.
Las palabras de Pablo en 2 Corintios 5:17-21 nos recuerdan que cuando estamos en Cristo, somos una nueva creación. Lo viejo ha pasado y hemos sido reconciliados con Dios. Esta reconciliación no solo trata de nuestra relación con Él, sino también de cómo nos vemos a nosotros mismos. Tener la mente de Cristo significa abrazar la verdad de que ya estamos aceptados y restaurados, sin importar lo que diga el mundo.
En lugar de enfocarnos en las críticas externas, debemos desarrollar el valor para mantenernos firmes en la verdad de Dios. Aceptarnos a nosotros mismos es un acto de fe. Significa estar de acuerdo con la declaración de Dios de que somos amados, en lugar de creer las mentiras que nos dicen que no somos suficientes.
Cómo Desarrollar el Valor para Aceptarte
Afirma la Palabra de Dios Diariamente – Declara sobre ti mismo las palabras de Salmos 139:14: “Soy una creación admirable.” Cuando afirmas lo que Dios dice sobre ti, las voces negativas pierden su poder.
Silencia el Ruido Externo – Las redes sociales, la cultura e incluso personas bien intencionadas pueden nublar tu percepción de ti mismo. Dedica tiempo cada día a desconectarte de influencias externas y a conectarte con la verdad de Dios.
Renueva Tu Mente – Medita en Romanos 12:2: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento.” Elegir alinear tus pensamientos con la perspectiva de Dios lleva a una mayor autoaceptación.
Asume el Ministerio de la Reconciliación – En lugar de vivir en auto-rechazo, abraza tu identidad como hijo reconciliado de Dios. 2 Corintios 5:20 dice que somos embajadores de Cristo, representantes de Su amor y verdad. Cuando te aceptas a ti mismo, te conviertes en un canal de sanidad para los demás.
Rodéate de Personas que Te Edifiquen – La comunidad es importante. Rodéate de personas que te vean a través de los ojos de Dios y te recuerden tu verdadero valor.
Tu reflejo en el espejo no es solo una imagen física; es un testimonio de la obra maestra de Dios. Eres más que la suma de tus imperfecciones percibidas. Eres escogido, redimido y profundamente amado.
Si estás luchando por aceptar quién eres, te invito a recorrer este camino de autoaceptación conmigo. Visita www.swaplifecoaching.com para conectarte en sesiones de coaching espiritual uno a uno. Juntos, caminemos hacia la plenitud de lo que Dios nos creó para ser.
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